sábado, 18 de agosto de 2012

¡Qué difícil es ser Dios... y ser hijo de Dios!

En este mordaz y provocador análisis (de suyo propio), Luis Alberto Pacheco Mandujano pone de relieve la característica cortesana con que suelen conducirse cierto tipo de sujetos que, en ubicación funcional superior e inferior, dentro y fuera del Estado, demuestran su enorme vocación, quizás por convicción personal, de cipayos y felipillos ante el interés; actitudes tan detestables que, sin embargo, abundan al extremo en el Perú y que hacen vigentes los versos de Fito Páez en "Al lado del camino", refiriéndose de aquellos "que rondan por siniestros ministerios, haciendo la parodia del artista; que todo lo que brilla en este mundo, tan sólo les da caspa y les da envidia".

Analicemos esta interesante interpretación de formas especiales de abyectos roles sociales:

http://www.voltairenet.org/Que-dificil-es-ser-Dios-y-ser-hijo

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